Hoy les quiero hablar de Bernardino de Melgar y Álvarez de Abreu (1863-1942). Grande de España, además de disfrutar de su condición de noble fue un ilustrado, político, coleccionista y bibliófilo.

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Bernardino nació hacia 1863 en Mondragón, siendo el primer hijo de los marqueses de Canales de Chozas, Juan de la Cruz de Melgar y Quintano (V Marqués de Canales de Chozas) y de María del Campanar Álvarez de Abreu y Álvarez de las Asturias (VI Marquesa de la Regalía y descendiente de Fernando I de León y Castilla ni más ni menos). Fue licenciado en derecho y recibió el título de IX Marqués de Benavites en 1893 (rehabilitado por Alfonso XIII), a los que sumaría los títulos de VII Marqués de San Juan de Piedras Albas, VI Marqués de Canales de Chozas y señor de Alconchel (rehabilitado en 1919), entre otros títulos (pueden verlos enumerados todos en su necrológica). Fue director de la revista de Unión Ibero-Americana y político, miembro del Partido Conservador con el que sería nombrado diputado y senador por la provincia de Murcia (1899-1900, 1911-1914) y diputado por el distrito de Nules, Castellón (1903, 1905 y 1907); y representante de la organización de la provincia de Ávila de la Unión Patriótica en la Asamblea Nacional en 1927 durante la Dictadura de Primo de Rivera.

Además de todos estos títulos y cargos, el marqués de Benavides fue miembro de la Real Academia de la Historia, pues fue un ferviente humanista que centró su vida, su tiempo y su dinero en investigar la figura de Santa Teresa de Jesús, la tauromaquia, la etnografía y la historia de Ávila. Ésta última pasión, Ávila, posiblemente le vendría al pasar los veranos en el palacio de Henao de Ávila (hoy el Parador de Turismo), propiedad que fue adquirida por sus padres y que posteriormente fue modificado por él mismo, construyendo un torreón donde fue atesorando las piezas y libros de su colección.

 El Marqués constituyó un Museo Taurino y Etnográfico en su palacio que, pese a que pueda resultar chocante, lo mantuvo abierto para todos aquellos que se interesaran para estos temas, al igual que su grandiosa Biblioteca, catalogada por temas: teresiana, taurina, abulense, códices, incunables, raros, partituras y cantorales, documentación autógrafa (destaca la de Santa Teresa), manuscritos propios, publicaciones periódicas… etc. Posteriormente, su colección fue adquirida por la Diputación, y hoy día es conservada en el Museo de Ávila, donde puede contemplarse parte de ella. El legado del Marqués es fundamental para comprender y conservar la historia de Ávila en particular, y de la cultura en general.

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Ávila ha querido recordar, cuando se cumplen 150 años del nacimiento de Bernardino de Melgar, su figura, obra y trascendencia con una exposición temporal, ‘El Marqués. Coleccionista y Bibliófilo’, promovida por la Consejería de Cultura y Turismo, desarrollada por el Museo de Ávila y coorganizada con la Biblioteca Pública. Dividida en tres secciones, puede visitarse en la Biblioteca Pública (la Biblioteca), en el patio de la Casa de los Deanes del museo (biografía, acercamiento a su persona, entorno y posterioridad), y en el almacén visitable de Santo Tomé (Colección Taurina). Recomendable es su visita, así como el acercamiento a la figura de este entrañable hombre, coleccionista y bibliófilo.

Para saber más sobre la figura de El Marqués, y de su familia, pueden consultar el libro de Jacobo Melgar Jiménez, «Historia de una ilustre familia: los Álvarez de Abreu, marqueses de La Regalía: Isla de la Palma (1688) – Ávila (2007)«, Madrid: Cercedilla Editorial, 2007.

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