En el año de 2014 tres nuevas calles de Ávila se convirtieron en peatonales. Éstas son las calles Sancho Dávila y Marcelino Santiago, y el tramo de la calle Bracamonte entre la plaza Zurraquín y la calle López Núñez. Se unen así, por tanto, al entramado de calles peatonales de la capital abulense sumando unos tres kilómetros entre vías y paseos (Rastro y San Roque) y 11.000 m2 de plazas (Mercado Grande, Mercado Chico, Adolfo Suárez, Italia, Ejército y José Tomé), la mayoría en el centro histórico. Esto nos lleva a preguntarnos, ¿debería Ávila ser más peatonal?

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Pese a las reticencias de algunos colectivos (vecinos, comerciantes, hosteleros), parece probado que la peatonalización del gran parte del centro histórico abulense ha tenido más ventajas que inconvenientes pues, además de ganar en calidad de vida, se ha mejorado la trama urbana, convirtiendo la zona en un punto de atracción, principalmente para los turistas, y se ha ganado en dinamismo comercial, pese a las reticencias iniciales. Por si esto no fuera todo, se reducen considerablemente los niveles de contaminación medioambiental y acústica.

Por estas razones, creemos que Ávila podía ser más peatonal, ampliando el espacio dedicado para los peatones en al menos un tercio más de su superficie. Por eso, y como se puede ver en la imagen superior, hemos establecido las calles que son peatonales (en color rojo); y las calles (en color verde) de una posible ampliación de las calles peatonales. Veamos con detalle cada una de las tres nuevas zonas:

ZONA A: Las calles El Tostado, Tomás Luis de Victoria. Plaza Zurraquín, Esteban Domingo y el inicio de Marqués de Benavites. Dichas calles no se cerrarían completamente al tráfico rodado, si no que se convertirían en “zona residencial”, es decir, sólo podrían aparcar los coches de los vecinos y trabajadores residentes en la zona, por lo que se limitaría la afluencia de coches. Otra opción más radical será limitar el tráfico a únicamente residentes. Se colocaría un acceso controlado al inicio de la calle el Tostado por López Núñez, similar al que existe en la plaza de la catedral, donde a través de un lector de matrículas y telefonillo controlado por la central dejaría pasar a los coches hacia garajes, hoteles, comercios, etc. Al limitarse tan drásticamente el tráfico los coches sí podrían acceder por la calle Esteban Domingo, aunque los aparcamientos establecidos serían, igualmente, reservado a residentes y se mantendría el actual tráfico a través de la plaza Zurraquín y la calle Marqués de Benavites.

ZONA B: Quizá la zona más difícil de hacerla peatonal, abarcaría desde la plaza de El Rastro (pasado el arco del Rastro), plaza Pedro Dávila, calle Cardenal Pla y Deniel, Plaza Teniente Arévalo, Calle Pedro Lagasca  y Calle Cuchillería, para continuar por la calle Caballeros (su estrechez, al igual que la confluencia entre el palacio de los Dávila con la Posada de la Fruta, impide en algunas ocasiones la convivencia entre el tráfico rodado y los peatones; para continuar por la calle Martín Carramolino y Blasco Jimeno. El área de estas vías, al igual que en la descripción de la zona A, se puede optar por limitarse a zona residencial, permitiéndose un margen horario permisivo cuando coincida con la entrada y salida de escolares (problema que se da actualmente y genera no pocos problemas), por lo que el tráfico sería menor. La opción de limitar el tráfico mediante accesos regulados parece más radical y más difícil de realizar en esta zona. No parece una opción viable.

ACTUALIZACIÓN SEPTIEMBRE 2016

Se han peatonalizado las plaza Pedro Dávila, calle Cardenal Pla y Deniel, Plaza Teniente Arévalo, calle Pedro Lagasca y calle Cuchillería.

ACTUALIZACIÓN ENERO 2017

Se han suprimido los aparcamientos en la calle Blasco Jimeno, con vistas a su peatonalización.

ACTUALIZACIÓN MARZO 2020

La peatonalización efectuada en septiembre de 2016 entre las plazas Pedro Dávila y Teniente Arévalo ha sido retirada parcialmente para satisfacer las necesidades del colegio Diocesano a petición del Obispo al equipo de gobierno del Excelentísimo Ayuntamiento de Ávila, autorizándose la carga y descarga de alumnos (stop&go) en un despliegue de coches, niños y monitores en las horas de entrada y salida del centro, obviándose informes técnicos que aconsejaban la peatonalización tanto por razones medioambientales como de seguridad.

ZONA C: Esta zona queda prácticamente limitada a la calle San Segundo y los Leales. En los últimos años esta vía se ha convertido en una importante vía de ocio de la ciudad. El “experimento” de los llamados “Jueves de la Calle San Segundo”, fruto de la unión de varios hosteleros de ésta vía y que desarrollan distintas actividades culturales (conciertos, monólogos y actuaciones) en los que el tráfico rodado queda cortado durante su celebración, nos hace pensar que la supresión del tráfico en ésta calle tendría muy buenas consecuencias para los propios habitantes de la ciudad, así como también a turistas, comerciantes y hosteleros. Para no alterar el tráfico, sugerimos que la plaza Dr. Benigno Velázquez invierta su sentido para que el tráfico pudiera ser desviado por la plaza Nalvillos y la calle Luis Lobera, pese a que éstas también se pueden peatonalizar.

ACTUALIZACIÓN ENERO 2017

Vista la poca transitabilidad de vehículos entre la Puerta de El Rastro o de Grajal y la Puerta de la Santa, se vería bien hacer peatonal las calles situadas entre la Plaza del Rastro y la Plaza de la Santa, incluyendo la calle de los Cepedas, la totalidad de la Plaza del Corral de Campanas y la calle Madre Soledad.

Otra opción viable en la calle San Segundo hubiera sido, cuando se realizó la remodelación del Mercado Grande, la construcción de un túnel que soterrara ésta vía al tráfico, dejando peatonal la misma, y que no hubiera supuesto desembolso mayor que la construcción del parking y el edificio de Moneo, pues éramos ricos y famosos.

La peatonalización de estas calles no deja de ser una idea que si puede ser tenida en cuenta por el Consistorio para mejorar el tráfico, la peatonalización y dotar a la ciudad de un mayor dinamismo. Como nota negativa a la actual peatonalización del centro abulense es la masificación de mesas de terrazas en las calles, pues en algún caso obstruye el paso de la vía, ocupándola en su totalidad. No queremos que se llegue a dar el caso de la calle San Segundo llena de terrazas…