El libro «Puentes históricos de la provincia de Ávila», editado por la Institución Gran Duque de Alba es, sin duda, un estudio fundamental para comprender la historia de nuestra provincia, no solo circunscribiéndose a puentes, pontones y vados, sino también a los caminos y cañadas que desde su origen comunican las distintas poblaciones y permiten organizar el territorio. O como dice el propio autor, «no hay territorio en sentido propio si no hay caminos; los caminos explican los puentes y los puentes los caminos».
Este libro es la obra póstuma de Emilio Rodríguez Almeida, arqueólogo abulense que dedicó su vida al estudio de la antigüedad clásica y a la investigación arqueológica de la ciudad de Roma —queden sus estudios del Monte Testaccio como muestra de ello— y a la ciudad y provincia de Ávila, donde nos ha legado obras como su «Ávila romana» (1978, reed. 2003) o «Ávila gallega» (2002). El inconmensurable estudio de los puentes de Ávila le ha llevado a catalogar más de 200 puentes, dividiendo su estudio en diez capítulos que abarcan toda la geografía abulense:
- Madrigal y Arévalo (Baja Moraña)
- Moraña interna y pedemonte de la Sierra de Ávila
- Piedrahita y Valle del Corneja
- Ávila centro-oeste, Ávila este. De Ávila a los entre-puertos de la calzada leonesa occidental.
- Ávila este, entorno ciudad
- La “Nava Fonda” del valle del Alberche
- La “Navafonda del Tormes”
- Valle del Tiétar oriental hasta Ramacastañas
- Del puerto de Mijares a Ramacastañas
- Arenas-Candeleda
En sus más de 300 páginas, el profesor Almeida hace un estudio sistemático de todos los puentes, clasificándolos según su origen —romano, medieval, moderno…—, técnica de construcción y estado conservación, siendo, en ocasiones, demasiado crítico con las autoridades competentes y reclamando responsabilidades a las entidades locales y provinciales, denunciando el estado de abandono y conservación de los mismos. Asimismo, no trata las construcciones como entes aislados sino poniéndolos en relación con las cañadas y caminos que conectan las distintas poblaciones, analizando su uso a través de los tiempos.
Al estudio le acompañan numerosos mapas ubicando la situación de los puentes, algunos realizados a mano por el autor, y un reportaje fotográfico poniendo en situación la descripción reflejada en el texto. No obstante, quizá el mayor valor se encuentra en los cuidados y detallados dibujos realizados a mano por el profesor Almeida, dibujos realizados a lo largo de su vida —algunos de los años 60, otros de 2011—, y en los levantamientos planimétricos de los puentes, también realizados a mano y acompañados de notas con su cuidada letra, elaborados con la minuciosidad y profesionalidad que caracterizan las obras del arqueólogo.
El enorme estudio de los puentes históricos de la provincia de Ávila, no obstante, se convierte en la referencia para próximas investigaciones pues, a pesar de la titánica tarea, el estudio no deja de estar sesgado por las limitaciones del propio autor —desplazamientos a zonas inaccesibles principalmente— que seguro que arrojaran luz —y nuevos descubrimientos incluso— completando una parte de nuestra historia. También se echa en falta una bibliografía complementaria que secunde el estudio, amén de una nueva tirada de la obra o incluso su digitalización (necesaria a día de hoy), pues los 500 ejemplares impresos se encuentran agotados, lo que dificulta —y mucho— el poder acceder a esta obra.
El colosal estudio, elaborado durante una década de manera incansable y guardado en un cajón durante casi un lustro, ha visto la luz casi al mismo tiempo que se extinguía la de su autor. Sirva este trabajo como referencia a los investigadores que vendrán, y que seguiremos teniendo como guía el legado del profesor Almeida.