Las primeras vidrieras colocadas fueron en la Girola, hacia 1495. Algunas son obra de Juan de Valdivieso y Arnao de Flandes, vecinos de Burgos, quienes terminaron de colocarlas en el verano de 1525; posteriormente, también intervino Diego de Santillana en las vidrieras de la parte superior del crucero. La vidriera gótica más impresionante es la conservada en la capilla de la Nuestra Señora de Gracia, la central de la girola, y que representa a la Virgen con el Niño, en rojo y azul, con corona real y nimbo.

Al terminar las vidrieras de la catedral, Juan de Valdivieso continuó con las de la parte superior del brazo izquierdo de la cruz, en lo que hoy es la capilla de Nuestra Señora de la Caridad, ayudado de Arnao de Flandes primero, y Diego de Santillana después. Realizaron todo el crucero, incluidas las imágenes de las vírgenes: Santa Inés, Santa Águeda, Santa Marta y Santa Catalina en el hastial norte, de cuerpo entero, y Santa Bárbara y Santa Lucía de medio cuerpo, mientras que los escudos corresponden al obispo Carrillo (1499-1514) y al cabildo.  Continuaron con la vidriera del hastial sur. Las vidrieras situadas sobre el ingreso de la girola, con santos y profetas a ambos lados de la vidriera central, con San Pedro y San Pablo representados —la última con el escudo de cinco torres del obispo Francisco Ruiz, fallecido en 1537—, son renacentistas y atribuidas a Alberto de Holanda. A éste le sucede su hijo Nicolás de Holanda, que realiza la vidriera de la capilla mayor con los Apóstoles situados en el friso inferior de la misma capilla, en las paredes laterales del presbiterio.

En 1549 interviene Hernando de Labia, que continúa trabajando en la capilla mayor y posiblemente realizara las figuras del beato Orozco, San Pedro de Alcántara y Santa Micaela. Hacia 1592 continúa la labor José de Labia, quien realiza las vidrieras del muro derecho de la capilla mayor, en la que aparecen los santos canonizados en esos años: San Pedro*, mártir del Japón, la Anunciación y San Miguel. Le sucede Felipe Angulo en 1660, y en 1759 aparece el nombre de Juan García de la Peña como vidriero de la catedral.

De las intervenciones más recientes, se incorporan en 1929 las últimas vidrieras centrales del friso inferior de la capilla mayor, que representan a Santa Teresa y San Juan de la Cruz, realizada por Maumejean de Madrid. Dicho vidriero también realizaría otras vidrieras como la de San Celedonio, San Eugenio y San Ildefonso.

Con el terremoto de Lisboa de 1755, las vidrieras sufrieron desperfectos pero no así daños de gran consideración, como se ha creído, o incluso la creencia que los ventanales de la nave central fueron destruidos con el seísmo. Estos ventanales nunca tuvieron vidrieras ni estuvieron abiertos. La apertura de algunos de estos vanos se realizó hacia 1950 cuando la Dirección General de Monumentos se interesó por la catedral de Ávila, y en 1964 Gratiniano Nieto, director general de Bellas Artes, ordenó la apertura del resto de vanos, demoliendo los materiales que cegaban por el exterior los huecos y ocupaban una altura que cubría parte de los arbotantes de sostén de la nave central, aprovechando la ocasión para electrificar el cimbalillo. La obra de apertura de los ventanales quedó terminada en octubre de 1965, y las vidrieras de color, sin decoración artística, en septiembre del año siguiente.

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La última restauración de las vidrieras de la catedral de Ávila se produjo en 2014 con motivo del V Centenario de Santa Teresa de Jesús con fondos de la Junta de Castilla y León para contribuir a la puesta en valor del patrimonio cultural de la Comunidad.

Fuentes

DE LAS HERAS HERNÁNDEZ, Félix. La catedral de Ávila. Ávila, Gráficas Martín, 1981. 2ª ed.

GONZÁLEZ, Nicolás; SOBRINO, Tomás. La catedral de Ávila. León, Everest S.A., 1981.

VV.AA. Catedrales de Castilla y León. Madrid, El Mundo, 2005.

http://catedralavila.vocces.com/catedral-de-avila-pagina-oficial/las-vidrieras/

https://viajarconelarte.blogspot.com.es/2014/03/la-catedral-de-avila.html

*  El San Pedro mártir del Japón pudiera ser San Pedro Bautista, protomártir, patrono de San Esteban del Valle, donde se celebra el Vítor de su honor.