La fama de Lope de Vega como pendenciero y mujeriego es conocida por todos. Pero por pocos es sabido que el Fénix de los Ingenios, después de tener dos esposas, seis amantes y catorce hijos reconocidos… se ordenó sacerdote. Su vida es digna de una novela de aventuras, y a lo largo de su vida estuvo en varias ocasiones por tierras abulenses.

Lope, después de formarse sin título en la universidad de Alcalá de Henares pero sin recibir título alguno, y seguramente continuar sus estudios en la universidad de Salamanca, entró al servicio del Pedro Dávila, el III Marqués de las Navas, como secretario, para ayudarse en sus labores como Mayordomo de Felipe III y comendador de Elche y Castilleja, permaneciendo a su servicio durante cinco años, y al que escribiría su obra «El Marqués de las Navas».

Después de sufrir destierro y cárcel, y amenazas de pena de muerte si reincidía en sus injurias, se alistó en la Gran Armada e incumplió la pena de destierro al pasar por Toledo, y se instaló en Valencia para después entrar al servicio del duque de Alba hacia mediados de 1591 y hasta 1595, visitando durante su estancia Ávila y algunos pueblos de su provincia.

Al servicio del duque de Alba, primero fue gentil hombre de Cámara, después su secretario y cronista literario de sus amores, su favorito y privado. Lope tenía la confianza del duque y le acompañaba en sus viajes por sus estados. Pero a pesar de todo ello, no dejó de ser un criado y asalariado de 400 ducados anuales.

El 12 de agosto de 1594 escribiría «La Comedia de San Segundo» a petición del obispo Jerónimo Manrique de Lara, y que se representó ese mismo año en la festividad de su traslado, estrenada en la catedral, con gran popularidad y que tuvo que repetirse al día siguiente en la Magdalena, poniendo el broche de oro para cerrar las fiestas de San Segundo.

Y sería con el obispo Jerónimo Manrique de Lara, a quien estuvo a su servicio como criado y en su casa de Madrid, con quien tendría una gran relación a lo largo de su vida, a pesar de los devaneos y aventuras juveniles del poeta, la amistad entre el paje y el señor no se rompió nunca. De hecho, el propio Lope estuvo varias veces en Ávila a visitar a su antiguo protector.

Tras una vida agitada, Lope de Vega tuvo una crisis espiritual en la que se arrepentía de sus pecados y decidió ordenarse sacerdote hacia 1613. En el verano de 1616, Lope viene a Ávila y allí se entera que puede optar para conseguir la capellanía de San Segundo, fundada por su amigo Manrique de Lara, aunque por aquel entonces estaba al servicio del duque de Sessa, y no habría vacantes en dicha capellanía hasta 1619. Y el poeta se presentaría en más de siete ocasiones y si no la consiguió en repetidas ocasiones fue debido en parte, en algunas ocasiones a su dejadez en presentar la información obligada, y otras  por no gozar de buena fama en las altas esferas políticas de la Corte, las mismas que no le concederían la plaza de Cronista Real, a pesar de tus reiteradas aspiraciones.

Finalmente, Lope de Vega y Carpio, el Fénix de los Ingenios, obtendría su plaza como capellán de San Segundo en la catedral de Ávila, con una renta de 150 ducados anuales, cuando pudo probar que sirvió a Jerónimo Manrique de Lara en 1574, cuando residía en Madrid y era Inquisidor general, siendo su paje durante 7 u 8 años.

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Victor Clavijo como Lope de Vega en la serie «El Ministerio del Tiempo»

Bibliografía

DELGADO MESONERO, Fernando G. Ávila en la vida de Lope de Vega: Lope Capellán de San Segundo. Ávila, Institución Gran Duque de Alba, 1970.

http://www.diariodeavila.es/noticia.cfm/Provincia/20101018/lope/vega/marques/navas/74F9CC8A-934F-9A87-A1D0FA6941CBE0DF

https://es.wikipedia.org/wiki/Lope_de_Vega