El cenotafio de los Santos Mártires Vicente, Sabina y Cristeta, en la basílica de San Vicente en Ávila, es una de las joyas de la escultura románica funeraria española. Está situado en el transepto del templo, a un lado del brazo sur, con forma de nave de templo basilical y protegido por un baldaquino del siglo XV levantado sobre cuatro columnas, con tejadillo a dos aguas en la zona central y otros dos a un solo agua en los laterales, decorados con escamas y un San Miguel en la cúspide. En él están representados los escudos de las máximas autoridades civiles y eclesiásticas de la época: Castilla y León, el Papa, la catedral y el obispo don Martín Vilches.

La autoría del cenotafio es atribuida al maestro Fruchel, de origen borgoñón, el mismo que diseñó el trazado actual de la catedral de Ávila. Una obra maestra realizada hacia finales del siglo XII que, a día de hoy, y tras una profunda restauración, se puede contemplar la policromía original al haber sido retirada una capa de pintura blanquecina que la cubría (2007).

La zona central o parte alta del cenotafio está decorado con diez escenas, cinco por cada lado, que representan el juicio, martirio y muerte de los Santos. Comienza el relato en el ángulo nororiental en dirección opuesta a las agujas del reloj. En la zona inferior y en los cuatro ángulos se representan los doce apóstoles, agrupados de manera par, salvo en la cara que está representada la Epifanía. En los laterales de la zona inferior emergen cuatro arquillos polilobulados con capiteles y columnas perfectamente tallados. Sobre cada columna del interior, se levantan tres figuras —una por cada columna—, como conocidas como «ora et labora».

En el frontal anterior, orientado hacia el altar, observamos una Epifanía o adoración de los Reyes Magos (donde faltan los Apóstoles): el rey Melchor, arrodillado, ofrece su presente mientras Gaspar y Baltasar esperan tras él. La Virgen, sedente y coronada, sostiene al niño sobre su rodilla izquierda, girado hacia el rey. A la izquierda de la Virgen aparece un San José con pose ausente, con la cara apoyada en la palma de su mano izquierda y la derecha sobre un bastón en forma de tau.

En la parte posterior del cenotafio contemplamos un Pantocrátor flanqueado por dos de los tetramorfos: el águila de San Juan y el toro de San Lucas. Debajo, un doble vano trilobulado y, entre ambos, la rosa juradera, sostenida por un atlante a modo de columna. La rosa es dorada, perforada en el centro de sus pétalos y centrada entre dos arcos trebolados con radios distintos. Cabe destacar que esta rosa juradera era una de las tres en toda Castilla, junto a San Isidoro de León y Santa Gadea en Burgos, destinados a tal fin.

Fuentes

RUIZ AYÚCAR, Eduardo. Sepulcros artísticos de Ávila. Ávila, Institución Gran Duque de Alba, 1985.

http://roble.pntic.mec.es/~jvelayos/pagsvic.html

http://viajarconelarte.blogspot.com.es/2013/03/avila-ii-san-vicente-i-cenotafio-de-los.html

https://es.wikipedia.org/wiki/Cenotafio_de_los_santos_Vicente,_Sabina_y_Cristeta