En el barrio de San Nicolás, al lado de la iglesia del mismo nombre, hay una antigua noria medieval que sirvió para regar las huertas durante generaciones hasta hace poco más de treinta años. Ha sobrevivido al paso del tiempo, prácticamente abandonado desde su desuso, hasta su actual intervención de recuperación y acondicionamiento como parque.

Aspecto actual de la noria

La noria aparece reflejada en la documentación desde el siglo XIII, al igual que otra noria, de similares características, situada en las cercanías de lo que actualmente es la gasolinera de los aledaños de la plaza de toros y que no se conserva. Por tanto, nos encontramos con una estructura bajomedieval, aunque al parecer su datación es objeto de controversia, pues si bien algunos medios inciden en su carácter “medieval”  e incluso la fijan en el siglo XIV, otros ahora la presentan como una estructura “moderna”, concretamente de mediados del siglo XVIII. Lógicamente, la diferencia de cinco siglos es demasiado grande como para pasarla por alto, y quizá mereciera la pena dar una explicación plausible, si bien es lógico pensar que sobre la base medieval de la noria se superpuso otra estructura en el siglo XVIII, la cual nos ha llegado hasta nuestros días en casi perfecto estado de conservación.

Esta noria es considerada como “de sangre” o de “cangilones”, es decir, formada por una cadena sin fin a la que se une una serie de recipientes (los cangilones propiamente dichos) que se arrollan en una cuerda que gira por medio de engranajes, gracias a la acción de un animal que da vueltas, atado a un palo, alrededor de un eje vertical. (…) Este tipo de noria estuvo muy extendido por toda España desde la dominación árabe hasta casi nuestros días, en los que todavía quedan algunos ejemplares aislados (Nicolás García Tapia en Musulmanes y cristianos  frente al agua en las ciudades medievales).

Funcionamiento de una noria de sangre. En la de San Nicolás, la rueda estaría sustituía por una cuerda con cangilones (o arcaduces)

La “recuperación” de la noria ha corrido a cargo de un programa dual de formación por parte de la Junta y el Ayuntamiento, y en esa delgada línea que separa la “restauración” de la “albañilería” el resultado es el que ustedes pueden apreciar, bastante distinto de cómo estaba la estructura originalmente (ver fotos siguientes), y en el que se ha dudado en aplicar cemento para enlucir y embellecer la noria, pavimentar una zona que se había perdido y un parque con arenero, acompañado de bancos y no una ni dos ni tres, sino ¡cinco farolas! Que crean una “ambientación nocturna bastante bucólica y romántica. Junto a ello se ha colocado un panel informativo que explica el funcionamiento y la historia de la noria, necesario pues el aspecto actual dista mucho de ser el de una noria corriente, y gran parte de los viandantes, en un futuro, no sabrán lo que fue esa estructura.

Captura de Google Street View. Febrero 2014
Captura de Google Street View. Abril 2011

 A partir de ahora, los ciudadanos de Ávila en general y los vecinos del barrio de San Nicolás en particular cuentan con una nueva zona de uso y disfrute, cumpliendo así lo que era una “reivindicación histórica”, cómo así lo era el cementerio musulmán, destruido por la construcción de bloques de viviendas, o lo que fue una villa romana, a tan sólo unos metros por debajo de la dicha noria.


Para conocer un poco más sobre la noria, ver el artículo de Jesús Mª Sanchidrián «La noria de San Nicolás. Paseo didáctico por elementos del patrimonio abulense«.